Falta de responsabilidad, incapacidad para solucionar cualquier tipo de problema, inaptitud para llevar una vida ordenada, fijación por las fiestas y las amistades, relegación de la familia a un segundo o incluso tercer plano, glorificación de uno mismo, egocentrísmo…etc. Éstos son sólo algunos de los rasgos que defienen a lo que me gusta llamar como adultkids, o siendo más correctos y sin dejarnos influenciar por el inglés, adultoadolescentes.
Cada día es más común encontrarnos en nuestro ámbito más próximo con este tipo de personas. Se trata de mujeres y hombres que lo son por edad pero no por conducta. Algo que ya ha sido diagnosticado como el síndrome de Peter Pan.
¿ Y cómo se comporta un adultkid?
En principio, cuando los conoces parecen seguros de sí mismos, incluso pueden rozar la arrogancia. La primera impresión es que tienen las cosas muy claras, una vida solucionada y una actitud postiva y fuerte que nada ni nadie puede derrotar. Pero, ¡Atención! Nada más lejos de la realidad. De hecho, toda esta tarjeta de presentación es tan sólo una fachada que esconde su verdadera personalidad y su abanico de carencias.
A pesar de haber superado los treinta o incluso los cuarenta, son personas incapaces de comprometerse con nada y , ¿ Por qué? Pues porque simplemente les falta madurez. Piensan que el compromiso implica renunciar a la libertad y que éso no van con ellos. Son personas que no ven más allá de su ombligo. Les encanta ser adulados, que les digan lo guap@s que son, lo inteligentes que parecen o que no hay nadie que les supere en una actividad u otra.
Y, ¿ qué pasa cuando uno es incapaz de comprometerse con nada?
Cuando no eres capaz de comprometerte con nada acabas dependiendo de todo. Sólo hay que pensar que una persona que no se compromete con nadie tampoco lo hace consigo mismo, por lo que es incapaz de llevar una vida independiente. Los hay que no son capaces de comprometerse simplemente con las cosas más básicas para la subsitencia: cocinar, lavar, limpiar un baño…etc. También los hay otros que son incapaces de comprometerse con hacer feliz a su pareja, formar una familia o símplemente ser felices estando consigo mismo.
Entonces, ¿ Cómo se traduce esta falta de compromiso?
Se traduce en dependencia emocional. Aquellos que ya han dado tímidos pasos para formar una familia o ha intentado emanciparse vuelven rápidamente al nido familiar asustados por los problemas con los que tienen que lidiar. Son capaces de llevar una relación sí, pero siempre y cuando su pareja se comporte como un padre o una madre. En el momento que se les exija el más mínimo esfuerzo saldrán despavoridos, como tú cuando eras niño y veías aparecer en la pantalla de tu televisor a Freddy Krueger.
¿ Son capaces de desarrollarse laboralmente?
El adultkid siempre buscará la comodidad. Conozco unos cuantos que han podido sobrevivir años sin pegar chapa, viviendo de unos y de otros, consiguiendo succionar todo lo otros se han dejado chupar. Algunos trabajan sí, pero, por supuesto no lo hacen en la mina o en una plataforma petrolífera. Se trata de trabajos que han obtenido con mínimo esfuerzo ( cuando no han sido regalos) y que no requieren una excesiva dedicación ni un exacerbado desgaste físico o mental. Eso sí, los adultkids ya se encargarán de tener una buena proporción de días libres o de buscarse alguna artimaña para conseguirlos.
Conclusión
Cada uno puede vivir la vida como se le antoje. Pero, !cuidado! Si no eres uno de ellos trata de identificar a este tipo de personas y no te dejes influenciar por su apabullante carta de presentación. Tienen un máster en autoventa y autopromoción.
Son fácilmente identificables. Tan sólo hace falta prestarle atención a unos cuantos ragos como: la dependencia total para hacer cualquier cosa, incluso las más básicas. El típico » no sin mis amigos», falta de habilidades sociales, carencia de discurso coherente, ausencia de independencia, miedo a la soledad y el típico…que bueno soy en esto, que bien que estoy…en definitiva egocentrísmo puro y duro.
Antes de dejar entrar a alguien en tu vida analiza, compara, conoce.
Porque, quien con niños se acuesta meado se levanta.